NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

Decidimos emprender la restauración de Nuestra Señora del Carmen con el corazón lleno de devoción y amor. Cada grieta reparada, cada detalle restaurado, fue un acto de fe y reverencia. A medida que avanzábamos en el proceso, sentíamos que no solo estábamos devolviendo la belleza a una imagen, sino también restaurando un símbolo de esperanza y consuelo para nuestra comunidad.

La imagen de Nuestra Señora del Carmen, ahora restaurada, brilla con una nueva luz, recordándonos la importancia de la fe y la perseverancia. Su presencia renovada es un testimonio de que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una oportunidad para la redención y la renovación.

Este proyecto no solo nos permitió devolver la dignidad a una imagen sagrada, sino que también nos unió como comunidad, fortaleciendo nuestros lazos y nuestra fe. Que Nuestra Señora del Carmen continúe guiándonos y protegiéndonos, recordándonos siempre el poder del amor y la esperanza.